Yolanda Vázquez Álvarez
Coach-Sport Management 

 

Desde el momento en que tú me eliges, yo soy tu coach.

Entre nosotros hay una relación de CONFIANZA y LIBERTAD como base.

¿Te has preguntado alguna vez lo que es un coach? Lo ideal es que sea una persona que tenga preparación académica y una certificación que lo acredite como tal; pero, sobre todo, debe ser alguien a quien le apasione motivarse a sí misma y a otras personas para convertirse en todo aquello que desean ser.

Un buen coach es como un entrenador deportivo, pero en lugar de dar ánimos y marcar pautas para batir récords sobre el campo de juego, lo hace en el ruedo de la vida. El mejor coach, además, tiene empatía -es decir, sabe ponerse en el lugar de sus clientes- y sabe escuchar. A ser posible, además ha logrado superar sus propios retos. Para un coach de primera categoría la superación personal -propia y ajena- es a la vez un estilo de vida y su modus vivendi.

Modestia aparte, yo soy este tipo de coach, y vivo para ayudar a personas como tú a marcarse objetivos de vida y establecer un plan para alcanzarlos. Comencé a los 19 años de edad, por mi cuenta, porque me apasionaba ayudar a otras personas. Más adelante decidí formarme profesionalmente, y desde hace 25 años ayudo a las mujeres y hombres a conseguir la plenitud mediante el deporte.

Es difícil de explicar la satisfacción que produce el ver la evolución de mis clientes y la transformación frente al espejo. Durantes las sesiones de entrenamiento hombres y mujeres recuperan su valor personal y se reinventan.
Hay de todo, pero especialmente, hay muchas historias de superación personal.

 Constante Aprendizaje

Si hay algo que cada vez tengo más claro es que nunca se termina de saber todo sobre un tema. Sin importar lo viejos que podamos ser ni los títulos o experiencias acumulados, siempre habrá algo nuevo que no sepamos o que nos haga reevaluar nuestras ideas.

Todo el conocimiento y títulos del mundo no sirven absolutamente de nada si no se saben poner en práctica para lograr resultados reales.

Y eso sólo se consigue con la experiencia.

“ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴀʟɢᴜɪᴇɴ ᴛᴇ ᴅɪɢᴀ ǫᴜᴇ ᴀʟɢᴏ ɴᴏ sᴇ ᴘᴜᴇᴅᴇ ʜᴀᴄᴇʀ, ʀᴇᴄᴜᴇʀᴅᴀ ǫᴜᴇ ᴇsᴛᴀ ʜᴀʙʟᴀɴᴅᴏ ᴅᴇ sᴜs ʟɪᴍɪᴛᴀᴄɪᴏɴᴇs ɴᴏ ᴅᴇ ʟᴀs ᴛᴜʏᴀs.”